Estos vehículos aéreos no tripulados pueden ser muy útiles en muchas actividades, entre ellas, la agricultura.
Científicos del CSIC trabajan en varios proyectos con drones cuyo objetivo es que los agricultores ahorren dinero utilizando menos productos químicos para acabar con las malas hierbas.
Se habla de 270.000 toneladas de herbicidas que se aplican en Europa y con este sistema automático, se aplicarían sólo donde es necesario, obteniendo un ahorro de un 75 por ciento.
La idea no es que los agricultores compren los vehículos, sino que haya empresas que presten este servicio.
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