martes, 26 de abril de 2011
El ordenador más pequeño del mundo
Crean el primer ordenador de tan sólo 1 milímetro cúbico que se usará como implante para observar la evolución del glaucoma.
Lo han diseñado en la Universidad de Michigan. Este microimplante puede seguir al progreso del galucoma, haciendo lecturas cada 15 minutos. El glaucoma es un grupo de enfermedades que afectan a los ojos y tienen como condición final común una neuropatía óptica que se caracteriza por pérdida progresiva de las fibras nerviosas de la retina y cambios en el aspecto del nervio óptico. Este sorprendente miniordenador, que aún no ha sido bautizado, tiene un sensor de presión, memoria,célula solar, radio sin cables y microprocesador, y todo en tan sólo un milímetro cúbico. Posee una bateria que se carga con luz natural en tan sólo hora y media. Su consumo de 5,3 nanowatts.
miércoles, 13 de abril de 2011
Crisis nuclear
Las consecuencias de contaminación por radiactividad del accidente nuclear ocurrido en una central japonesa de Fukushima son a largo plazo y dañarán la salud y el medioambiente durante años.
En el núcleo de un reactor nuclear existen más de 60 contaminantes radiactivos a partir de la fisión del uranio, unos de vida muy larga y otros de vida muy corta, pero casi todos tienen una gran afinidad con nuestro organismo y se acumulan en él, ya que son parecidos a nuestros elementos biológicos
De esos 60 contaminantes "los que tendrían mayores consecuencias para la salud humana serían el yodo, el estroncio 90 y el cesio (C-137)".
El yodo radiactivo puede formar tumores, siendo el cáncer de tiroides su principal riesgo asociado. Éste afecta especialmente a los niños por encontrarse en pleno desarrollo.
El cesio radiactivo puede producir náuseas, vómitos, diarreas, hemorragias e incluso la muerte, dependiendo del tiempo de exposición a sus radiaciones ionizantes.
La enfermedad más común se denomina Síndrome Agudo de la Radiación: ocurre cuando el cuerpo recibe dosis de radiación, especialmente de yodo o rayos gamma, durante un período breve de tiempo. Los síntomas típicos de una intoxicación por radiación incluyen vómitos, diarrea y náuseas. Otra de las consecuencias de la radiación es el daño en la piel. Puede causar inflamación, picazón y enrojecimiento, y hasta la pérdida del cabello.
El yodo afecta inmediatamente y deja mutaciones en los genes, a partir de las cuales se puede desarrollar luego el cáncer de tiroides. Y el estroncio se acumula en los huesos un mínimo de 30 años, como si fuera calcio, y durante años continúa irradiando el organismo; mientras que el cesio queda depositado en los músculos".
Ambos contaminantes pueden aumentan el riesgo de todo tipo de cánceres, especialmente de huesos, músculos y tumores cerebrales, disminuyen la inmunidad del organismo y aumentan la capacidad de sufrir otras patologías,
Un dato importante es que el nivel del daño depende principalmente del grado de exposición que sufrió la persona.
Una de las consecuencias más graves de la radiación nuclear tiene que ver con la reproducción, que se ve notablemente alterada. Afecta más a las mujeres que a los hombres, Porque los espermatozoides se regeneran totalmente cada 90 días y un espermatozoide alterado desaparece en ese periodo, pero los óvulos están en los ovarios toda la vida, y si un óvulo alterado por la radiación es fecundado posteriormente, habrá malformaciones en el feto, aunque sea años después.
Las alteraciones transitorias de la fertilidad en el hombre puede tardar hasta 18 meses en recuperarse. En la mujer no hay datos precisos, ya que solo lo podemos hacer con biopsias de ovario, que es un método cruento.
Expansión de la radiación
Una semana después de que se produjera el terremoto, los niveles de radiación habían ascendido en California, en la costa oeste de Estados Unidos, y el pasado martes ya habían llegado partículas radiactivas a Islandia.
En los próximos días la contaminación procedente de Fukushima llegará a los países europeos y que en un margen de entre dos y tres semanas habrá recorrido todo el globo, aunque sin perjuicio para salud humana momentánea.
Tokyo Electric Power (TEPCO) ha comenzado a verter las 11.500 toneladas de agua radiactiva procedente de la central que planea lanzar al Océano Pacífico. De las cuales,
10.000 toneladas proceden de depósitos especiales de la planta nuclear, mientras que otras 1.500 se encontraban en el interior de los reactores 5 y 6.
El objetivo es habilitar espacio en esos lugares para poder trasladar allí el agua con una radiactividad aún más elevada que inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3, y que dificulta seriamente las labores de los operarios de TEPCO para enfriarlos.
TEPCO vertieron líquido con colorante en un túnel cercano a ese reactor para tratar de determinar la ruta por la que el agua radiactiva se filtra al mar.
El líquido, de color blanco, fue introducido en un túnel que conduce a la fosa donde este sábado se detectó una grieta de unos 20 centímetros, que permite que agua con una elevada radiactividad se escape al mar.
La filtración se intentó detener sellando la grieta con hormigón e inyectando polímero en polvo para absorber el agua, pero ninguno de esos recursos tuvo éxito.
TEPCO baraja varias posibilidades para detener la fuga al mar, como tratar de tapar la grieta con productos químicos o instalar una barrera en el litoral para contener el agua radiactiva.
Los contaminantes que tendrían mayores consecuencias para el medioambiente serían el yodo, el estroncio 90 y el cesio (C-137). El yodo afecta inmediatamente y deja mutaciones en los genes, a partir de las cuales se puede desarrollar luego el cáncer de tiroides.
En tanto, el estroncio se acumula en los huesos un mínimo de 30 años, como si fuera calcio, y durante años continúa irradiando el organismo; mientras que el cesio queda depositado en los músculos.
A largo plazo la contaminación nuclear se deposita en el suelo y en el mar, y se incorpora a la cadena trófica de los peces, que son la base de la dieta en Japón, del resto de animales, de las plantas, la fruta, las verduras.
Este proceso se va bioacumulando, es decir, va pasando de un ser vivo a otro y va empeorando. Un ejemplo de ello es el de los miles de renos que hubo que sacrificar en el Ártico tras Chernóbil, porque estaban absolutamente contaminados a través de los líquenes que habían comido.
¿Efectos por miles de años?
Cabe precisar que otro de los elementos que puede liberarse en un accidente nuclear es el uranio. El isótopo 234, uno de los tres que se puede encontrar de forma natural, tiene un periodo de semidesintegración de 247.000 años, recuerda el diario Los Tiempos.
Además, las formas 238 y 235 del uranio, las que se utilizan como combustible en la mayoría de los reactores del mundo, tienen una duración de 4.500 millones de años y de 710 millones de años, respectivamente.
Ver http://www.elmundo.es/especiales/2011/terremoto-japon/terremoto_tsunami.html
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