Científicos británicos han desarrollado un sistema para generar electricidad directamente a partir de orina, usando celdas de combustible microbianas (CCMs).
El método podría ser interesante si tenemos en cuenta que cada año se producen 6,4 billones de litros de orina en el mundo, lo que convierte a este líquido en una potencial fuente de energía alternativa muy interesante.
En sus experimentos, los investigadores lograron producir hasta 2,9 miliamperios por metro cuadrado en cada célula durante tres días, con solo 25 mililitros de líquido. La eficiencia de conversión directa en electricidad era de hasta un 70 por ciento. Con billones de litros al año disponibles, esta tecnología podría ayudarnos a cambiar el mundo; y el impacto podría ser enorme también para la industria de tratamiento de aguas residuales. Ya se demostró hace unos meses que la orina puede emplearse como combustible para robots autómatas o ecológicos. Llevan más de un año perfecionando la generación de electricidad con este método y cada vez se tiene más en cuenta su puesta en escena.
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