Gracias al Exoesqueleto robótico, los discapacitados pueden andar.
Acaba de comenzar la producción en masa del exoesqueleto HAL, Hybrid Assistive Limb.
Se trata de un traje robótico que puede aumentar la fuerza del discapacitado de 2 a 10 veces. Esta creación de la tecnología es el primer sistema biónico que se pondrá a disposición del cliente. Como se lee en la página oficial, este traje robótico capta y hace lectura de las señales nerviosas que los músculos envían al cerebro por la vía ‘ motoneuronal’, que genera el movimiento del músculo propio como resultado. En ese instante, bioseñales débiles se pueden detectar en la superficie de la piel.
El HAL toma esas señales mediante un sensor que se adjunta en la piel de los usuarios. Basado en las señales obtenidas, la unidad de poder da respuesta a las actividades cotidianas del que lo usa.
Definitivamente, HAL viene a ser un exoesqueleto de todos los días, pensado para las personas de la tercera edad, los discapacitados (ya que requiere una débil energía mínima), no hacen falta enfermeras que tengan que levantar a pacientes.
HAL tiene una variante, adaptable, que tiene entre otras funciones ayudar a aquellos que necesiten trasladar pesadas cargas o cualquiera que por alguna razón quiera tener miembros biónicos. El traje, por suerte, no tiene contraindicaciones para el usuario, sólo el precio alto 4, 200 dólares. Cyberdyne producirá primero un grupo de 400 exoesqueletos, y en breve se producirá un lanzamiento masivo al mercado.
Desde hace al menos un par de años se venía hablando de otro exoesqueleto el HAL-5, creado por Daiwa y Cyberdyne, y está ya a la venta al pública en Japón, siendo este el primero de estos dispositivos disponibles en el mercado, en el mundo.
El HAL es un exoesqueleto, es decir, un esqueleto sintético que recubre el cuerpo, el esqueleto, que aumenta tu fuerza a niveles robóticos, ya que al fin y al cabo el HAL es un robot, uno que simplemente detecta tus intenciones de moverte y se mueve junto con tus músculos, con el fin de permitirte levantar hasta varias veces más peso que sin él.
Esta habilidad de HAL de moverse junto con un esqueleto biológico tendrá sin duda acogida tanto a nivel médico (para ayudar a ancianos y personas con problemas de movilidad), como a nivel industrial.
Las e-Piernas o el traje-armadura
La técnica robótica ha lanzado un nuevo traje/armadura llamado ‘ eLEGS’ (e-piernas) -basado en la prótesis de la HULC (Human Universal Load Carrier)- que permite a las personas que han perdido la función de sus piernas, ponerse de pie y caminar de nuevo.
A diferencia de otros como el XOS-2 de otras firmas biónicas, el ‘ eLEGS’ no nació para aumentar la fuerza del usuario y la resistencia del ‘ marine’ sobre el terreno.
Fue diseñado específicamente como un dispositivo de rehabilitación, destinado a ayudarle a restaurar la movilidad en casos de lesiones de la médula espinal o hemiplejias así como mejorar su circulación sanguínea y digestión. Citamos al marine norteamericano porque toda esta técnica tuvo su origen en la organización Darpa, Instituto de la Defensa de Estados Unidos en las guerras en que ese país se ha visto involucrado desde hace 15 o 20 años. Luego hablaremos de Darpa.
El traje consiste en un backpack (una especie de mochila) dotada de un controlador conectado a las piernas robotizadas. Está impulsado por cuatro motores, dos para la cadera y uno por cada rodilla. La articulación del tobillo se controla con muelles que mantienen el pie en ángulo para poder caminar. Mientras los sensores en las piernas mandan información a la unidad de control para determinar la forma en que se deben doblar las articulaciones. El equipo cuenta con baterías de litio-cobalto que permiten que el traje sea operado con total autonomía.
El Exoesqueleto para andar. Otra variedad
El exo-esqueleto es una armadura móvil robotizada que el minusválido lleva encima y le ayuda a realizar movimientos... de forma que andar le resulta posible y menos agotador o le convierte en una especie de superman permitiéndole además moverse con peso razonablemente.
Uno de los exoesqueletos más avanzados pertenecen a la empresa japonesa Cyberdyne... que en su país dada la gran demanda ha empezado a alquilarlos por semana a un precio de unos 2.000 euros, que parece excesivo para un europeo.
Pesa unos diez kilogramos y el sistema funciona captando las señales que emite el cerebro de forma que interprete la voluntad del usuario de que quiere mover una pierna. Luego traduce esa señal en movimiento en la prótesis, de forma que la extremidad robotizada hace el trabajo sumando su fuerza a la de los músculos de la pierna del minusválido. No vemos claro su diferencia con el e-Legs pero en origen la difusión de este es distinta de la anterior y por eso lo incluimos.
Según afirma Cyberdyne, el exoesqueleto multiplica la fuerza del minusválido. En principio, puede ser una gran ayuda para personas mayores o con algún tipo de hándicap o discapacidad.
Por otro lado los medios japoneses dedicados a esta ciencia se preguntan si dispositivos como este no serían útiles en la industria de forma que se necesiten sólo dos trabajadores para hacer la labor de diez.
No hay duda de que aumentar la fuerza puede ser una gran idea... pero sobre todo para los discapacitados. Otras ideas son meramente adyacentes.
Rex el invento de un discapacitado neozelandés
En Nueva Zelanda, Rex Bionics, una empresa creada por los ingenieros Richard Little y Robert Irving, ofrece un producto realmente excepcional, un par de piernas mecánicas que le permiten a aquellos que han perdido la habilidad de caminar el poder ponerse de pie, andar unos pasos y subir y bajar escaleras.
Esta extensión corporal se llama Rex, el Exoesqueleto Robótico. Su desarrollo les costaron siete años a dos escoceses radicados en Nueva Zelanda y nació a partir del diagnóstico de esclerosis múltiple recibido por el propio Robert Irving y el hecho de que las madres de ambos estén en sillas de ruedas.
Cada una de estas unidades consta de más de 4, 700 piezas y funciona con una batería recargable que le permite funcionar por dos horas de uso ininterrumpido. El usuario puede caminar sobre superficies estables y firmes, no así en lugares resbaladizos o de texturas accidentadas, como en nieve y terrenos pedregosos.
Rex es operado a través de un joystick y un pad, cuyo dominio es alcanzado en dos semanas, según sus creadores, después de un entrenamiento en su centro de operaciones en Auckland. Ello, desde luego, después de haber sido sometido a exámenes médicos que determinen si el paciente es apto para el uso de este exoesqueleto.
Los beneficios de esta extensión corporal van desde la mejora en la circulación de sangre en las piernas del usuario hasta un aumento en la autoestima del mismo. Y es que, hay que pensar que para quienes tienen la habilidad de andar a su antojo, acciones simples como coger la caja de cereales de arriba de la nevera pasan desapercibidas, así como poder mirar a nuestros interlocutores directamente a la cara. La venta de este avance tecnológico está prevista para finales de 2010 en Nueva Zelanda y mediados de 2011 en Estados Unidos, ya que la FDA (la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) ha otorgado su aprobación.
Algunas características que deben llenar los candidatos para usar uno de éstos son las siguientes: altura de entre 1.46 y 1.95 m, peso de menos de 100 Kg. Eso y tener 110.000 euros, que es el alto precio sugerido cuando su venta sea posible en Estados Unidos, aunque el comunicado de prensa de Rex Bionics sugiere que ese costo será menor en Nueva Zelanda, por la facilidad de entrega y logística.
En los videos Hayden Allen, aparece uno de los autores de Rex. Fue a partir de una lesión en la médula espinal que quedó confinado a una silla de ruedas. Justamente será una de las primeras personas que use el exoesqueleto Rex. Tal vez no parezca impactante el verlo en acción, pero hay que considerar que podría ser el principio de una serie de adelantos que permitirán a muchas personas andar erguidos por el mundo.